50° aniversario del CE.NO.VI.: no videntes reclaman accesibilidad y respeto al circular
Personas ciegas y con baja visión compartieron los obstáculos cotidianos que enfrentan al transitar por la ciudad: motos estacionadas en las veredas, falta de rampas, veredas deterioradas y objetos mal ubicados.
Este viernes se conmemoró el 50° aniversario del Centro Social, Recreativo y Cultural para No Videntes y Amblíopes (CE.NO.VI.), con una gran afluencia y diversas actividades en Resistencia.
En las distintas entrevistas, surgió un problema recurrente: las motos que aparcan en las veredas. Para quienes pueden ver, esquivarlas es sencillo, pero las personas ciegas solo se encuentran con ellas al chocarse, como les ha sucedido a muchos de ellos.
Una de las entrevistadas mencionó: «Para que la ciudad sea accesible, debemos considerar dónde estacionan los vehículos» y subrayó que es «algo básico». Añadió que «las personas ciegas o con baja visión solo pedimos vivir de manera más tranquila y poder circular por las calles de la ciudad».
Otra entrevistada hizo un comentario similar sobre el espacio donde se estacionan las motos, señalando: «Incluso en organismos públicos vamos y las motos están en las puertas». Además, mencionó «los aires acondicionados colocados a una altura muy baja» y las «veredas que a menudo son inaccesibles, incluso para personas mayores».
Asimismo, dos mujeres de Castelli se sumaron a la queja sobre las motos y autos mal estacionados, y agregaron otro impedimento que encuentran en las calles: las plantas. Una de ellas contó que se chocó con una planta espinosa mientras caminaba por la vereda, aunque tuvo la suerte de no lastimarse gravemente, lamentando que «debería ser nuestro lugar seguro y es complicado cruzar». La otra chica comentó que también se había chocado con autos.
Un joven de Nueva Pompeya comentó que «hay muchas cosas que se pueden cambiar» y destacó «los escalones», sugiriendo que sería mejor tener «más rampas». Además, señaló que «las personas suelen sentir un poco de lástima», pero lejos de estar en una posición de víctima, afirmó: «Tenemos manos y pies, podemos hacer muchas cosas».
Finalmente, otra joven apoyó esta solicitud y sugirió que sería beneficioso contar con rampas en los lugares recreativos. Instó a los conductores a no estacionar en las veredas, ya que de esa forma las personas no videntes pueden circular con sus bastones. También mencionó que ha chocado con vehículos mal estacionados y destacó: «Hay veredas y calles que son bastante feas y no se puede andar con los bastones».
Los relatos dejan en evidencia la necesidad de mejorar la infraestructura urbana y fomentar el respeto mutuo en los espacios públicos, para que las personas con discapacidad visual puedan desplazarse con más seguridad y autonomía, contribuyendo así a hacer ciudades accesibles para todos.

